En Puerto Aysén, 28 de agosto de 2024.
Desde la agrupación animalista Ayra Aysén y comunidad aisenina en general, expresamos nuestro malestar y rechazo rotundo a la realización de jineteadas en la ciudad de Puerto Aysén en las próximas Fiestas Patrias. Esta actividad, que no es propia de nuestro entorno urbano y cultural, siendo una desprovista réplica del cuestionado “deporte” gaucho argentino, implica prácticas de maltrato animal inaceptables y no aporta en nada al desarrollo cultural o social de nuestra comunidad y no se condice con la preocupación por el medio ambiente que ostentan desde la Ilustre Municipalidad de Aysén. Las jineteadas son sinónimo de violencia hacia los animales, pese a las posturas tradicionalistas que lo defienden desde una escasa reflexión y conocimiento. En este sentido, es abiertamente comprobable que los caballos son sometidos a espuelas, golpes, latigazos, rebencazos, ensillamientos tortuosos y otros métodos que les provocan miedo, dolor y estrés. La reacción natural del animal ante esto, es principalmente de huida y escape, no de goce ni mucho menos de saltos acrobáticos para el disfrute del público. Por tanto, la excusa de que el ejercicio de jineteadas es un ejemplo de domadura, poco y nada tiene que ver con el método tradicional de domar un equino, el cual quienes saben, requiere de un proceso de vínculo único entre jinete y animal y un tiempo paciente de ritmo, contacto y cuidado. Por el contrario, la jineteada concluye con un dominio a fuerza de agresión y agotamiento, con el animal sometido a contra de su voluntad. En Chile y en el mundo, estas prácticas han sido denunciadas como maltrato animal flagrante, regulados por cierto por la Ley 20.380 sobre Protección Animal. Por ejemplo, en el caso de la jineteada realizada en Rancagua en 2019, varios caballos sufrieron heridas graves debido al uso de herramientas como espuelas y látigos, confirmando el sufrimiento físico y psicológico de estos animales. Estas prácticas se han prohibido en muchos países, donde se ha demostrado que el supuesto entretenimiento no justifica el daño causado a seres sintientes.
Desde una perspectiva psicológica y de derechos de infancia, responsabilidad además de los Municipios a través de sus Oficinas Locales, se informa sobre la exposición de la infancia a estos actos de violencia y maltrato generando un mensaje contradictorio sobre el respeto a los seres vivos, normalizando la violencia como entretenimiento. Como ha señalado el psicólogo infantil Juan Bustos, "La exposición a la violencia, incluso hacia los animales, puede desensibilizar a los niños, afectando su desarrollo emocional y empatía". En este sentido, no hay mucha distancia entre quien maltrata a un animal y quien en su hogar maltrata a sus hijos o a su pareja. Tema a considerar ante los altos niveles de violencia de género y a infancias en nuestra ciudad.
Asimismo, esta actividad se vincula a prácticas de apuestas clandestinas que fomentan la
ilegalidad y carecen de regulación adecuada en Chile, como lo ha alertado el abogado especialista en derecho animal, Pablo Ríos. Estas actividades no solo ponen en riesgo a los animales, sino también a la seguridad y bienestar de nuestra comunidad.
Con lo anterior, llama la atención además el costo de 26 millones de pesos para realizar esta
actividad, siendo evidentemente un gasto excesivo e injustificable para nuestra comuna, mucho más si no se tiene en antecedente a la vista de la comunidad la regulación correcta de los permisos, la garantía de seguridad, no solo para animales sino para el público participante, ante posibles accidentes, las condiciones de traslados de caballos, el estado médico de ellos y de los competidores. Toda vez que como normativa se debiese contar por ejemplo con un veterinario experto por parte de las agrupaciones ejecutoras. Poniendo en riesgo el incurrir en graves delitos de responsabilidad por parte de quienes organizan, establecidos en la ley.
Consideramos como agrupación que en lugar de financiar eventos que promueven el maltrato y
la violencia, estos recursos podrían destinarse a programas verdaderamente beneficiosos para nuestra comunidad, como campañas de esterilización de mascotas, vacunación y otras iniciativas que mejoren la convivencia, el bienestar animal y la salud pública en Puerto Aysén.
Instamos a los concejales, delegados presidenciales, al alcalde y a la comunidad a reflexionar
sobre el tipo de ciudad que queremos construir. Rechazar las jineteadas es dar un paso firme hacia una sociedad más empática, consciente y respetuosa con todos los seres vivos. Puerto Aysén no debe ser cómplice de esta crueldad. Tenemos como ciudad enormes recursos propios para hacer de estas fiestas patrias una entretenida fiesta, segura en el marco de lo legal y consciente con los nuevos tiempos. Creer que las jineteadas es “rescatar tradiciones” solo habla de un estancamiento cultural y una profunda ignorancia.
¡Por una ciudad libre de maltrato animal, digamos NO a las jineteadas! Atte.
Agrupación de Ayuda y Rescate Animal Aysén - AYRA Aysén
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