Cierre de Carreras en la Universidad Austral en Aysén: un retroceso para la región que no podemos normalizar
- Editor Noticias
- 12 ago
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Hace pocos días se confirmó, de manera oficial, el cierre de las carreras técnicas y universitarias de la Universidad Austral de Chile, Campus Patagonia. La institución, si bien finalizará la formación de los estudiantes actualmente matriculados, no abrirá nuevas admisiones para el año 2026, manteniendo solo actividades como centro de investigación y educación continua.
Entendemos que esta es una decisión compleja para la nueva administración universitaria, heredera de una delicada situación económica y financiera que viene arrastrándose por años. Sin embargo, no podemos dejar de señalar que para Aysén esta es una muy mala noticia: significa menos diversidad y amplitud en la oferta académica, y una señal preocupante respecto al compromiso nacional con la educación superior en territorios apartados.
Aysén seguirá contando con instituciones como la Universidad de Aysén, INACAP y el Centro de Formación Técnica Estatal, que cumplen un rol valioso y creciente en la formación de nuestros jóvenes. No obstante, la Universidad Austral ha sido, por más de cuatro décadas, un actor clave en la generación de conocimiento, la vinculación con el medio y la formación profesional, aportando además al ecosistema científico regional a través del Centro Trapananda y su participación en el CIEP. Su salida del ámbito formativo deja un vacío que no se llena fácilmente.
Como región, necesitamos una oferta estable y diversificada de educación superior que permita a nuestras y nuestros estudiantes proyectar su futuro sin verse obligados a emigrar. En particular, requerimos carreras técnicas y profesionales que dialoguen con la vocación productiva de Aysén y sus desafíos estratégicos: el desarrollo sostenible del litoral, el fortalecimiento de la economía azul, la innovación en energías limpias, la gestión de los recursos naturales y el impulso a la ciencia aplicada.
La educación superior en regiones no es solo un servicio académico: es una herramienta estratégica para el desarrollo económico, social y cultural. Forma profesionales con arraigo territorial, frena la fuga de talentos y crea masa crítica para debatir y construir una visión de futuro para Aysén. Renunciar a esa presencia es debilitar la capacidad de decidir nuestro propio destino.
Como primera autoridad regional, valoro profundamente el aporte que la Universidad Austral ha hecho en Aysén y reconozco la magnitud del momento que atraviesa. Por eso, mantendremos una postura vigilante y una disposición abierta para colaborar, de manera que, si las condiciones lo permiten, se pueda reponer una oferta académica robusta en el territorio. No se trata solo de restituir carreras: se trata de reafirmar que Aysén tiene derecho a las mismas oportunidades de formación y desarrollo que cualquier otra región del país.
Hoy hago un llamado directo al Ministerio de Educación y al Gobierno Central: la educación superior en Aysén no puede ser víctima del centralismo ni de ajustes presupuestarios que desconocen nuestra realidad. No aceptaremos que el aislamiento geográfico sea excusa para el abandono. Si de verdad creemos en la descentralización, es momento de demostrarlo con hechos, garantizando que la Patagonia siga contando con una oferta académica amplia, diversa y de calidad que forme profesionales, genere investigación y contribuya al desarrollo integral de nuestra región.
Porque sin educación superior fuerte en Aysén, no hay descentralización real.
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