DESTACAN PRIMERA JORNADA DE FORMACIÓN DEL PROGRAMA “A CONVIVIR SE APRENDE”
- Editor Noticias
- hace 5 días
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Universidad de Aysén
En el marco del Plan de Reactivación Educativa del Ministerio de Educación, el programa “A Convivir se Aprende” dio inicio a su primera jornada de formación 2025 en las comunas de Guaitecas, Río Ibáñez y Cochrane, con una positiva evaluación por parte de las comunidades educativas participantes.
La iniciativa —implementada en la Región de Aysén por la Universidad de Aysén en conjunto con la Universidad de Magallanes— tiene como objetivo fortalecer las competencias y habilidades para enfrentar situaciones de violencia escolar, prevenir y favorecer la convivencia escolar, a partir de un modelo de acompañamiento con enfoque de territorio y de escuela total, a nivel de sostenedores, en los equipos de gestión y de convivencia escolar y escuelas de comunas focalizadas.
Durante el mes de mayo, el equipo del programa se trasladó a Melinka, en la comuna de Guaitecas, y posteriormente a Río Ibáñez, para desarrollar encuentros con representantes de escuelas y liceos de las comunas mencionadas, incluyendo Cochrane. En cada territorio, se llevó a cabo la primera jornada formativa del año, centrada en las “Metodologías para el Abordaje Pedagógico de la Convivencia Educativa”, encabezada por la psicóloga y magíster en Psicología Educacional, especialista en Convivencia Escolar, Marjorie Espejo López.
“He recibido muchos comentarios positivos de la gente. Están muy agradecidos de que estas jornadas se realicen. Creo que es muy valioso que nosotros lleguemos a los territorios, en vez de convocar siempre a las ciudades. Eso permite conocer otros contextos educacionales”, destacó la profesional.
Desde el territorio, las impresiones también fueron favorables. Para Mónica Arellano, profesora encargada de la Escuela Gabriela Mistral de Puerto Río Tranquilo, “aunar esfuerzos y congregar a profesionales de distintas comunas ya es un logro. Trabajar la pedagogía desde la convivencia escolar es ir un paso más allá, porque permite abordar situaciones propias del entorno educativo desde una mirada distinta”.
Por su parte, Juan State, director (s) del Liceo de Melinka, subrayó la pertinencia territorial de la actividad: “La convivencia, en general, es un desafío para todas las instituciones educativas. Desde esta perspectiva, la entendemos como una práctica, como una forma concreta de enseñar cómo queremos relacionarnos en nuestras comunidades”, manifestó.
En esa misma línea, Andrés Rojas, encargado de convivencia escolar de la Escuela Básica Hernán Merino Correa de Cochrane, valoró el enfoque práctico de la formación. “Estas instancias son muy significativas porque no solo entregan información, sino también herramientas aplicables que fortalecen nuestro trabajo cotidiano en los establecimientos”.
Durante las jornadas se promovió la reflexión en torno a las capacidades y estrategias de los equipos para gestionar situaciones de conflicto desde una perspectiva pedagógica. A través de la metodología de incidentes críticos, se presentaron propuestas metodológicas para el trabajo en resolución de conflictos y se vincularon estrategias concretas con dispositivos educativos que promueven una convivencia respetuosa, participativa e inclusiva.
El programa “A Convivir se Aprende” reafirma así su compromiso con una educación centrada en el cuidado colectivo, la inclusión y el fortalecimiento de comunidades educativas que, desde sus territorios, avanzan hacia una mejor convivencia escolar.
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