LA URGENCIA DEL CAMPO NO PUEDE ESPERAR PARA LAS ZONAS AFECTADAS
- Alicia Cayun
- 9 oct
- 2 Min. de lectura

Fuente: Patricio Ulloa Georgia, Alcalde de Cochrane
Esta semana recibimos en Cochrane la visita del Subsecretario de Agricultura, Alan Espinoza, quien llegó hasta nuestra comuna para conocer en terreno los graves efectos que ha dejado la emergencia climática en el mundo rural de la provincia Capitán Prat.
Valoramos su presencia. Pero también debemos ser claros: la visita no basta si no se traduce en soluciones reales y urgentes para las familias y productores que hoy enfrentan una crisis profunda.
Durante cerca de diez días, Cochrane ha vivido una situación extrema. Sectores aislados, animales muertos o enfermos, pérdidas de forraje, caminos cortados y una agricultura golpeada por lluvias que no dan tregua. No estamos ante un episodio puntual, sino ante una crisis agropecuaria instalada que amenaza directamente la base de nuestra economía local y el modo de vida rural que define a nuestra comuna.
Por eso, lo que hoy se necesita no son diagnósticos ni visitas protocolares, sino respuestas concretas del Estado. Los municipios de esta provincia hemos estado en la primera línea, con nuestros equipos desplegados en terreno, con recursos limitados, sin descanso y muchas veces sin respaldo operativo oportuno.
El mundo rural necesita presencia efectiva del Gobierno, coordinación y enlace real entre servicios, y sobre todo una mirada descentralizada que entienda que las decisiones deben construirse desde el territorio, no desde Santiago.
En la reunión sostenida con el Subsecretario fuimos directos: se entregó un oficio formal con las principales urgencias que el Gobierno aún no ha resuelto, entre ellas, el apoyo veterinario y antiparasitario inmediato, la reposición de forraje, la recuperación de cercos y herramientas productivas, y un plan de trabajo de largo plazo para enfrentar las consecuencias del exceso de humedad y la pérdida de praderas.
No se trata solo de reparar daños, sino de evitar que esta crisis se transforme en una pérdida irrecuperable para nuestros pequeños productores y ganaderos.
El Gobierno debe comprender que Cochrane no puede seguir esperando. El sacrificio del campo, de las familias que viven aisladas y que alimentan a parte de la región y país, merece respeto y respuestas a la altura de su esfuerzo.
La descentralización no se declama, se ejerce con hechos, con recursos y con presencia permanente en los territorios. En Cochrane lo seguiremos diciendo con claridad: el mundo rural no puede quedar solo.
Mientras haya una familia aislada, un animal sin alimento o un productor que vea desaparecer su trabajo de años, la emergencia no habrá terminado.
Y frente a eso, nuestro compromiso como municipio seguirá intacto: estar junto a nuestra gente, acompañando y exigiendo las soluciones que la ruralidad merece.





